viernes, 15 de mayo de 2020

Yoga y Fatiga crónica (Mi historia y cómo nos ayuda el yoga con la fatiga crónica)

Esta es una entrada que he ido retrasando mucho, llevo semanas queriendo escribirla, y la he retrasado porque quiero escribir cosas positivas y que no den pena, cosas constructivas, cosas bonitas, pero este blog también es una bitácora de muchas de mis experiencias y aprendizajes, y ante todo, durante toda mi vida he sido una persona frágil físicamente, no realmente enferma, o con mala salud, sino con una genética diferente, que hace que aunque mi salud esté bien, y mis defensas sean fuertes, haya otras cosillas en mi genética que son un reto para mi vida, para mi camino, y que llenan mis días de obstáculos que hay que rodear y de aprendizajes. Una de esas cosas es la fatiga crónica, quizás, de todos los motivos por los que hago yoga, lo que más me motiva, lo que más me hace mantenerme haciendo yoga, y querer avanzar, y continuar, y levantarme cuando me caigo metafóricamente, es ese, el tener fatiga crónica.



Estoy en Internet desde 2006, tengo muchos blogs y muchos canales, me muevo de unos a otros según a lo que esté dedicándome más en mi vida, en algunos tengo miles de seguidores, y en otros tengo poquitos, pero una consecuencia de que te expongas en blogs, canales y redes sociales, es que la gente juzga tu vida por lo que ve. Yo trato de mostrar solo lo positivo que hay en mi vida, lo bueno que hago, pero seamos realistas, cada uno de nosotros tenemos nuestras batallas, que son precisamente las que pueden hacernos mejores personas si aprendemos de ellas. 

A veces hay gente que me ve haciendo yoga en Instagram, y le encanta y me escriben para decirme que se han animado al verme y que también van a hacer yoga, y eso es maravilloso, es una manera en la que yo puedo ayudar y puedo mostraros que se puede vivir de otra manera. Pero también hay gente mala, y gente que juzga, en una ocasión una persona dijo que el yoga no solo son esas poses estáticas, sino que son también las transiciones, todo en conjunto, en movimiento (a lo cual ahora respondería "solo si haces ashtanga o vinyasa yoga, en otros tipos no"). Yo no subo vídeos de mi haciendo yoga, pero es que tengo fatiga crónica chicos, no tengo la fuerza y la resistencia de esas personas, ni esa gracilidad en movimiento, y en vídeo a la mejor os daría penita verme tan débil. A la mejor no tengo que ser profesora de yoga, tengo dos amigas que me dicen que haga vídeos, pero a la mejor no todos nosotros tenemos que hacer tutoriales de yoga, pero eso no quiere decir que no podamos vivir el yoga, que no podamos ser yoga.

Siempre os digo que estoy aquí para mostrar una realidad, nunca me voy a rendir, sí que voy a descansar a veces, pero, seamos sinceros, estamos en un mundo donde la tierra, el agua y el aire están contaminados, con cereales transgénicos, con pesticidas y microplásticos en los alimentos, etc, etc, estamos en un planeta enfermo, con gente enferma. Mi misión es mostraros una realidad, pero también mostraros, que no pasa nada, que podemos hacer muchas cosas, incluso si os ha tocado vivir con fatiga crónica o con muchas otras cosas. Por eso hago este blog. 

Conozco personas que dirían: "si puedes hacer lo que sales haciendo en las fotos, no creo que tengas fatiga crónica", y por eso es importante hacer esta entrada también. Algunos de esos asanas me cuesta hacerlos un montón, o me ha costado llegar a hacerlos con facilidad más que a otras personas. Llevo cuatro años haciendo yoga. 

La fatiga crónica no tiene cura, y no tiene tratamiento, lo único que se puede hacer, en primer lugar, es ofrecer apoyo psicológico al paciente si lo está pasando mal porque no puede hacer cosas que otros si pueden, y en segundo lugar, el paciente necesita hacer EJERCICIO FÍSICO, sí, la fatiga crónica se alivia y mejora con el ejercicio físico. Si estás cansado, no hay nada peor que quedarte en el sofá. Puede parecer tan raro como cuando un alergólogo le dice a un asmático: "el asma se cura corriendo, y hay grandes atletas que son asmáticos", paradógico ¿verdad?, y sin embargo es una realidad, yo era asmática y gracias al ejercicio ya no tengo síntomas en absoluto. Esto es igual, para quitarte el cansancio es necesario hacer ejercicio, pero que no sea de alto impacto. 

Siempre nos dicen que el yoga es para todos, y es una realidad, en este caso incluso para las personas con este síndrome, el yoga puede ser todo lo suave que necesites, el Hatha yoga por ejemplo es estático, y el Vinyasa aunque sea más físico, se puede hacer de manera más pausada o añadiendo menos vinyasas y te puede ayudar también. La sesiones pueden ser lo largas o cortas que tu quieras, durante el transcurso de la sesión puedes descansar en balasana lo que necesites, puedes hacer posturas que notes que no te hacen daño, y dejar otras para cuando te sientas más fuerte en el futuro. Piensa que lo hacen ancianos, niños y embarazadas, ¿por qué no alguien con fatiga crónica?


¿Cómo me ha ayudado el yoga a mí en este sentido y que he aprendido?

Realmente el yoga me ayuda a no estar tan cansada, y por lo general hago una hora seis días a la semana, a no ser que no pueda porque tenga que salir, o esté con la regla o esté enferma. El proceso es mucho más lento que para otras personas, pero vas ganando un poquito más de fuerza y de resistencia, aunque no como una persona que no tenga fatiga crónica. Es un proceso lento, un proceso de caerse y levantarme mucho emocionalmente, porque piensas: "no puedo, no puedo, nunca podré hacer lo que hacen ellos", pero si sigues poco a poco, ves que si puedes hacer muchas cosas que pensabas que nunca podrías hacer. Quizás la debilidad te hace no parecer una superyogini ultra maravillosa, pero en conjunto la sesión de yoga te hace sentir tan bien, y terminas sonriendo, feliz, diciendo tonterías y riéndote, la musculatura va aumentando poco a poco, vas aprendiendo cuales son tus límites para no caer enferma con fiebre y un agotamiento extremo, y siempre quieres más.

Cómo dije antes, lo bueno que tiene el yoga es que puedes descansar todo lo que quieras, y al hacerlo desde casa más, y cuando lo haces a diario, cada vez tienes que descansar menos. Cómo se puede adaptar, si un día estas muy cansada, puedes hacer una sesión de media hora en vez de una de una hora, así he estado yo mucho tiempo, ahora las hago siempre de una hora. Por otro lado, yo he descubierto que si estoy muy cansada, puedo hacer Yin yoga, que es un yoga completamente pasivo, en el que la mayoría de asanas son de suelo, y en los que permaneces estático de 3 a 10 minutos, y trabajas tus músculos y articulaciones, al día siguiente te duelen los músculos, y te das cuenta de que realmente funciona, pero no tienes ni pizca de cansancio cuando terminas las sesión, es como si trabajaras la musculatura mientras descansas. 

Es una cuestión de desarrollar paciencia, tienes que ir más lento, vas a tardar más, el proceso hasta llegar a tu meta será mas largo, puede que nunca tengas la fuerza para hacer algunos asanas (o puede que sí, esa es la eterna duda, solo lo podrás saber si continúas). Recuerdo que en el documental Enlighten up! B.K.S. Iyengar dijo que cuando era pequeño estaba muy malito y no podía casi ni andar, y que un maestro le dijo "tienes que hacer yoga", y así se hizo fuerte, le costó varias décadas, pero lo consiguió, ¿seremos nosotros como B. K. S. Iyengar?, solo podemos pasarnos 20 años o más haciendo yoga para averiguarlo. 

Espero que esta entrada os haya ayudado, quería poder ayudar a los que estén pasando por lo mismo o por algo parecido, pero también poner en contexto un poco a todos los que visiten el blog. 
Es un texto original de Isabel Galiot, todos los derechos reservados.

No hay comentarios: