martes, 19 de enero de 2021

Yoga: ¿Qué es la autopráctica? En Ashtanga, y en Vinyasa Flow

Me veréis hablar mucho de la autopráctica, sobre todo si me seguís en mi Instagram, a menudo pongo fotos o vídeos y os comento que son de una sesión de autopráctica, ya que estas últimas semanas he estado algo estresada, y lo que más me apetecía era hacer autopráctica. Pero, ¿qué es la autopráctica?

Por lo general oiréis hablar de autopráctica en Ashtanga yoga, ya que en Ashtanga, los practicantes tienen una serie para realizar, que durante años es la misma, la van aprendiendo y practicando solos en su casa, y cuando la practican en casa, a eso se le llama autopráctica. Solamente hacen clases guiadas una vez a la semana (si los practicantes ya son expertos).

Pero de lo que yo quería hablaros es de hacer autopráctica en Vinyasa flow, se trata de realizar una sesión de yoga donde te pones sobre la esterilla y vas realizando asanas, dejándote llevar, fluyendo, sin seguir una secuencia planeada, ni una clase que te guíe, obviamente, en una sesión de autopráctica realizarás asanas y pequeñas secuencias de asanas que ya dominas y que estás acostumbrada a hacer, en los que tienes soltura. Por ejemplo, hay minisecuencias que todos los practicantes de Vinyasa conocen y les salen solas cómo Guerrero 1, Guerrero 2, Guerrero de paz y Utthita parsvakonasana, verás hacer esa secuencia a miles de yogis de todo el mundo. Otra sería paschimottanasana A, B, Janu sirsasana y Wild thing con la rodilla apoyada.

La verdad es que comencé a realizar autopráctica porque hay profesores que la recomiendan para hacerla de vez en cuando, y me animé, al principio me daba cosa, porque siempre hacía clases guiadas por profesores, pero después de la tercera formación de yoga, y de más de cuatro años practicando lo intenté, y la verdad es que me encantó. Más adelante me di cuenta de que todas las profes y también yoguis avanzados y comprometidos hacen autopráctica. 

Pienso que si llevas muchos años, y si también has realizado formaciones, cuando te pones a hacer autopráctica es maravilloso porque has aprendido e interiorizado tanto, que los asanas fluyen y te salen solos, incluso pienso que cada vez que la realizas dejas salir lo que necesitas en ese momento. En mi caso recomiendo hacerla una vez a la semana o más, es muy relajante, pero sin pasarse, porque hay que seguir avanzando y para eso están las clases de otros profes, y las clases propias si tenéis formación.

La autopráctica no es tan perfecta como cuando haces una clase guiada por un profesor, o creada por ti con un orden, a veces se te olvida hacer algún asana, o lo haces de un lado y del otro no, porque estás dejándote llevar, no tienes nada planeado, solo te pones en la esterilla y comienzas a moverte, pero te sientes tan bien, que por una vez no pasa nada.

Personalmente, durante los momentos de mucho estrés, presión e incluso momentos en los que puedo rozar la ansiedad, mi cuerpo me pide autopráctica y además muy fluida, casi como si fuera algo natural que sale de dentro y necesitas expresar con tu cuerpo, y me ayuda muchísimo, por eso quería dedicar una entrada a esto, no solo porque hablo mucho de ello en Insta, sino porque también podría ayudar a otros o dar buenas ideas.

Espero que os haya gustado esta entrada. Nos leemos en la próxima.

Es un texto original de Isabel Galiot, todos los derechos reservados.


Os dejo algunos videos míos de IGTV realizando autopráctica:




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