viernes, 26 de marzo de 2021

¿Por qué detesto la copa menstrual?

Esta es una entrada que llevo retrasando muchísimo tiempo, he escrito varias veces sobre las compresas de tela, y casi sentía como algo obligado hablar también sobre la copa menstrual, pero al usarla me di cuenta de que no me gusta nada, y por ello me parecía absurdo escribir una entrada explicando por qué la copa menstrual es maravillosa, cuando no me lo parece. Al mismo tiempo tampoco quería hacer una entrada negativa, pero pienso que quizás podríamos centrarnos solo en por qué a mí no me gusta y no la uso, esto tiene que ver con mi experiencia al usarla. 


Desde siempre he usado tampones y compresas, ambas cosas, fuera de casa siempre tampones, y en casa compresas, nunca he tenido problemas con los tampones. Pero llega un momento en tu vida en que quieres ser un poco más Zero Waste, por el bien del planeta, y comienzas a probar esas otras opciones para no generar residuos.

Las copas menstruales se han puesto muy de moda en los últimos cinco años, el argumento a favor de su uso es que son buenas para el medio ambiente, porque al ser reutilizables no vertemos al medio ambiente la cantidad ingente de tampones y compresas que solemos desechar. Además, son más seguras en cuanto a temas de salud que los tampones. Todo esto es verdad, todo esto me parece bien y estoy de acuerdo. Pero existe otro detalle, y es el hecho de que cada una de nosotras somos distintas, y tenemos menstruaciones diferentes, y lo que para una mujer puede ser maravilloso, para otra puede ser un martirio. Por lo que recuerda que si para ti la copa menstrual es una maravilla, te apoyo en su uso, pero para mí es terrible y no la uso. 

Mi argumento para no usarla o usarla solo durante unas horas de vez en cuando, y preferir las compresas de tela, es que tengo una menstruación larga y abundante, me dura cinco días. La copa menstrual hay que ponerla y quitarla cada varias horas, y volver a ponerla dentro de la vagina cuando la hayas vaciado y enjuagado, y así repetidamente durante horas y horas, y días y días. Con lo cual, si estás cinco días quitándola y poniéndola, se convierte en una verdadera tortura china, acabas super irritada en tu zona íntima (incluso sin tener una sensibilidad especial), incluso aunque tu copa sea super cómoda, y finalmente llega un momento en que solo puedes calificarlo de tortura china o de un horror.

Usé mi copa durante cuatro meses, y en la última menstruación en la que la usé con constancia, no terminé de usarla todos los días y la sustituí por compresas, recuerdo que miré la copa y cuando me la iba a volver a poner me dio ¡miedo!, no quería volver a usarla, me causó un sentimiento muy negativo, y recuerdo que dije algo así como: "nunca más, estoy castigando a mi cuerpo, esto es una agresión, estoy toda irritada, me duele, esto es una tortura". Da igual que esté de moda, si a ti no te va bien, no tienes por qué usarlo, hay otras opciones. Últimamente nos pasamos el tiempo diciendo que una gran cantidad de actividades, situaciones y objetos son una tortura para las mujeres y no se deben realizar o usar, por ejemplo que la depilación es una tortura, también se ha comenzado a sustituir la ropa interior por lencería seamless, para que deje de ser otra tortura, y hay una gran cantidad de ejemplos, si la copa menstrual te molesta, no debería ser diferente. 

Pienso que para chicas con una menstruación pequeñita, y que le dure pocos días, la copa puede ser ideal, pero si tienes una menstruación larga, puede ser una tortura usarla a diario, por lo que es mejor usarla si vas a pasar unas horas fuera, y cuando estés en casa ponerte compresas de tela. Si vas a pasar muchas horas fuera, sinceramente no tengo una solución zero waste. 

Y esta ha sido mi experiencia, espero que te haya ayudado esta entrada.

Es un texto original de Isabel Galiot, todos los derechos reservados. 


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