¿Qué es el desapego? ¿Cómo practicarlo?

El desapego es una práctica que cada vez está cobrando más fuerza en la sociedad actual, tan materialista y consumista, proviene en realidad del budismo, que en varias de sus leyes nos explica cómo y para qué practicar el desapego, y también podríamos decir que el desapego conforma en gran parte la esencia del budismo. En principio el desapego parte del lado emocional y de lo negativo que es el apego a personas y situaciones, pero encontramos un gran utilidad en el mundo actual ya que nos aporta ayuda frente a un gran problema actual, el apego material: el exceso, las compras compulsivas, el acumulamiento, la compra por inseguridad o por miedo a la perdida, etc.

Veamos un poco que dicen las leyes budistas sobre el desapego:

1. Eres responsable de ti mismo: nadie va a resolver tus problemas ni va a quitar los obstáculos de tu camino, solo tú puedes arreglar tu vida. Tu felicidad no depende de las personas que tienes a tu lado, sino de ti mismo. No centres tu vida en lo que piensan los demás de ti, en lo que necesitas de ellos, etc, sino en lo que tu piensas y necesitas.

2. Vive el presente, acepta y asume la realidad: no debes vivir en el pasado, pensando en lo que pasó, en lo negativo que fue, en lo que dijeron de ti o en lo que te hicieron, todo eso pasó, ahora lo importante es el presente, aceptar quién eres ahora, cuál es tu realidad actual, y trabajar para conseguir tus sueños y un futuro mejor, aprovechando tu potencial.

3. Promueve tu libertad y permite ser libre también a los demás: no debes responsabilizarte de la vida otros (cuando no corresponde, si tu niño es chiquitito sí, pero si tiene 35 años no), debes dejarles libertad de pensamiento y de obra, no sobre protegerlos, permitir que se equivoquen y aprendan de sus errores, darles la libertad de escoger y creer en lo que deseen, de salir y entrar, y de vivir. De igual manera no debes permitir que otros te digan como pensar y actuar, ni que pongan barreras a tu vida.

4. Asume que las perdidas van a suceder tarde o temprano: todo es cíclico en esta vida, todo empieza y todo acaba, nada permanece, hay ciclos más grandes y otros más pequeños, las personas, los bienes y las situaciones vienen y van, entender esto es muy importante para tu salud mental, para no atarte y para no estancarte.

¿Cómo afecta esto en el plano material? ¿Y en nuestras metas de vida?

Confundimos el deseo por los objetos con la necesidad de ellos, y esto nos lleva a acumular. El apego se basa en el miedo a la perdida y nos produce inseguridad y obsesión, nos pasamos el tiempo dándole vueltas a conseguir nuestras metas y objetivos (o nuestros deseados bienes materiales), interesados solo en el resultado, muchas veces persiguiendo metas u objetos que en realidad no nos satisfacen; en cambio el desapego se basa en la confianza en nuestro potencial, por lo que podemos vivir más relajados dedicándonos a lo que nos gusta, persiguiendo metas reales, que nos gustan, y que podemos conseguir porque tenemos el potencial necesario, con los objetos, perseguimos lo que necesitamos ahora, y son menos cosas, y es más fácil conseguirlas.

La inseguridad promueve el apego a las cosas y a las personas, momentaneamente comprar objetos nos hace feliz, pero también conlleva el estrés o la ansiedad, y el miedo a la pérdida o incluso a no llegar a conseguir un objeto. Si vivimos en el desapego, no pensaremos en la perdida, no viviremos dependiendo de objetos o personas, pensaremos en el presente, pensaremos en cual es nuestro potencial y como podemos ser felices, que tenemos ya que nos hace felices, y no en qué necesitamos para serlo. 

Por lo general las personas piensan que serán más felices si tienen mucho dinero, y una gran casa, y que entonces harán lo que sueñan, o lo que les gusta, pero las cosas no funcionan así, los ricos son las personas más inseguras, y a veces infelices, tienen miedo de perder ese dinero y esa estabilidad, y además, ganar tanto dinero tiene un precio, estar mucho tiempo fuera de casa, trabajando duramente, alejado de las personas que quieres, sin tiempo libre, y en definitiva, sin poder hacer lo que les gusta. Así que, ¿el dinero hace la felicidad?, pues no, está clarísimo. 

En cuanto a los objetivos, el apego nos hace forzar constantemente la socilución o la conclusión, nos hace buscar la forma de conseguir ese objetivo ¡ya!, de nuevo volvemos al estrés y a la ansiedad, mientras que el desapego nos incita a estar atento a las oportunidades que van surgiendo y a aprovecharlas, y así estaremos más relajados. 

Experiencias personales referentes al apego

Por lo general, en nuestro mundo dependemos de los objetos que poseemos, ¿nunca os ha pasado que no vais lo suficientemente bien vestidos para alguien?, o vais poco maquilladas, o que consideran que deberías tener más objetos de un tipo concreto, o no ven bien que no te guste ir de compras, la sociedad impone el consumo como prototipo o hipotética forma de conseguir la felicidad, y como lo correcto.

También vemos todos los días como personas que quieren empezar a practicar algo compran masas y masas de objetos para ello, o se gastan todo el sueldo del mes en caprichos, últimamente es muy habitual algo que me resulta irónico), las habitaciones para dedicarse a la relajación, la meditación y en definitiva a la cultura del mindfulness, montadas y decoradas con los objetos más "in" y más caros y pijos, comprados en tiendas muy exclusivas, que no sirven para conseguir en realidad meditar, llenas de montones de productos químicos y cancerígenos (en teoría para meditar mejor),  y llenas de cosas carísimas que no van a usar. La cultura del mindfulness y la cultura zen predica todo lo contrario, no tienes que ir a las tiendas más caras y montarte una habitación especial para meditar, en cualquier lugar donde haya silencio y paz puedes hacerlo. Y lo mismo pasa con habitaciones para muchos hobbies, y el scrapbooking no se libra.

Estos últimos años he entrado en colectivos donde fomentan mucho este tipo de materialismo, cuando era booktuber, se fomentaba muchísimo tener mil libros, solo tenéis que entrar en las cuentas de instagram de "algunos" booktubers. Igualmente, si te interesa el maquillaje y buscas vídeos, también verás que se fomenta tener una habitación entera llena de cajoneras y cajoneras llenas de maquillaje que caduca en poco tiempo y que nunca estrenarás. En definitiva da igual a lo que te aficiones, la sociedad te va a pedir que tengas una brutalidad de objetos para llevarlo a cabo, y si no, no eres nadie para ellos.

El otro día enseñé una foto donde salía parte de mi colección de cristales, y una amiga dijo "cuantos", y es así, pero llevo desde los 15 años comprando cristales, y tengo 34 años actualmente, me parece una forma lógica de reunir cristales. Lo mismo pasa con mis libros, tengo libros en mis estanterías desde que era bebé, aunque queridos (me arrepiento de una parte de los libros que compré siendo booktuber, que están arrumbados en tres baldas repletas en lo alto de mis estanterías). La forma lógica es reunir poco a poco las cosas que realmente quieres.

Pienso que algo muy recomendable para practicar el desapego es comprar solo lo que necesitas ahora, si tienes una afición, haz una lista de lo que necesitas ahora mismo, y compra solo eso, no compres cosas que te podrían hacer falta en el futuro. También es importante deshacerte de lo que ya no te sirve (cómo tengo que hacer yo con esos libros).

Las personas acaban dependiendo de los objetos, crean un apego emocional insano, pero llega un momento en que estos objetos acaban siendo una carga, de varias maneras, hay que hacer más esfuerzo para ordenar y limpiar, pero al mismo tiempo, ver todos los días esos objetos, que ya no son necesarios y que están ahí ocupando un espacio, tampoco hace sentir bien. Con el desapego nos deshacemos de los excesos, que en realidad nos atan y acaban siendo barreras.

¿Y qué hago para desapegarme?

En vez de pensar en cómo consigo esto, esto y esto, ya sean cosas pequeñas como libros, o cosas grandes como una casa o un coche, piensa en las cosas que tienes a tu alrededor que puedes disfrutar. A menudo pensamos en poseer todo, en que no queremos ser pobres, en que no queremos tener menos que los demás, y nos olvidamos de todo lo maravilloso que hay en el mundo que nos rodea y que es gratis. Meditar en la naturaleza, pasear por un bosque o cerca del agua, disfrutar de nuestras mascotas, la compañía de nuestra pareja cuando damos un paseo.

Sí estás estresado porque estás haciendo cosas en tu vida que no te gustan, y que por tanto te producirán ansiedad, párate y piensa, ¿qué es lo que no me gusta de mi vida?, si pudiera ¿qué cambiaría de mi vida?, ¿qué es lo que me gusta hacer?, ¿qué se me da bien?, ¿qué me hace feliz?, y ponte en marcha y cambia tu vida. Es difícil, claro que sí, porque estamos apegados por ejemplo a un trabajo horrible que te está matando, y dejarlo sería un cambio brusco y tremendo, pero podrías encontrar otro donde serías más feliz, o vivir de otra manera. 

Otra cosa que puedes hacer es una limpieza de todo aquello que no uses, y que realmente no signifique nada, ya sabes, esos rincones donde acumulamos cosas, de hace 10 o 20 años, que en realidad no sirven para nada. No te digo que tires todo, NO, NO, NO, definitivamente NO, quédate con los recuerdos reales, pero tira todo lo que no sirve, no te dice nada, no usas, no te hace sentir nada, lo que está roto, lo que está mohoso, estropeado, etc. También puedes regalarlo, donarlo, venderlo, etc. Y esto será una liberación.

Llevar a cabo actividades que no requieren dineroo, o solo un mínimo inicial, harán tu vida más feliz, por ejemplo, el yoga, la meditación, el mindfulness, la jardinería, el arte, etc. 

Aprender cosas nuevas y no anclarse únicamente en lo que ya sabemos o hacemos, promueve la creatividad y nos da ganas de vivir, sí siempre hacemos lo mismo, nos estancaremos y nos deprimiremos, y no veremos salida a nada en nuestra vida. 

Para terminar me gustaría exponer una idea interesante, en el budismo se piensa que cada problema lleva implícito la semilla de la oportunidad, es decir, cada problema trae consigo algún tipo de beneficio que si somos positivos y abiertos a las nuevas oportunidades podremos aprovechar y así encontraremos una solución.

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