viernes, 26 de febrero de 2016

¿Por qué comer sano?

Los que sigáis mi blog Océanos de Páginas ya sabréis que los lunes contesto preguntas que me hacen en Ask, pero me hicieron una cuyo tema pienso que es más acorde con este blog y como me resultó interesante pues voy a responderla por aquí más detenidamente que una respuesta rápida de Ask.


La pregunta en concreto es “¿Sueles ser una persona que se alimenta sanamente o te gusta la comida rápida?” Es una pregunta anónima.

Pienso que es una pregunta que me toca muy de lleno, y por eso he querido hacer una entrada sobre ello.

Cuando yo era adolescente comía muy mal, soy una persona con un metabolismo muy rápido (sin ningún problema metabólico afortunadamente) y por ello puedo comer lo que quiera, que no engordo. Y comía de todo, me atiborraba a bocadillos de chorizo y muchísimo fiambre con grasas, bollería industrial, snacks de toda clase, chocolatinas, etc.

No soy una persona con una buena salud, supongo que porque vivo en uno de los lugares más contaminados de España, y eso pasa factura a las nuevas generaciones que van naciendo. Tengo muchas alergias alimentarias y ambientales, y distintos problemillas de salud. Y con la edad me he ido dado cuenta de que ya no es solo la contaminación que tenemos alrededor, sino que los alimentos que ingerimos también tienen mucho que ver.

Así que cuanto mayor me hago intento comer mejor. Lo que hago es intentar no comer grasas, tomo el pan integral, no tomo azúcar, tomo poca sal, intento no tomar productos comprados ya elaborados, intento introducir cada vez más fruta y verdura en mi alimentación. He eliminado por completo los dulces y la bollería industrial, las chocolatinas y snacks. No fumo ni bebo alcohol. No suelo tomar refrescos con las comidas, ni cuando vamos a bares por la tarde, con las comidas tomo agua, y en los bares pido infusiones. No me salto comidas, todo el mundo tiene que hacer obligatoriamente cinco comidas al día, yo además debo hacer más, porque mis niveles de azúcar son bajos, así que como cuando debo comer.

Eso sí, siempre digo que si me apetece alguna cosa que no debería comer por mi salud, para no ser demasiado estricta, la comeré el fin de semana, pero realmente cuando te acostumbras, ni te acuerdas, ni te hace falta.

También intento no tomar muchas medicinas químicas, únicamente las imprescindibles. El resto del tiempo tomo infusiones, eso sí, muchas infusiones y mi té negro de por la mañana, que supongo que mi tecito de por la mañana es mi único vicio. También otros preparados a base de hierbas.

Algunos de vosotros diréis que es muy difícil llevar una dieta así de sana. Pero en absoluto, como cosas riquísimas, como un montón, comida elaborada en casa. Se puede comer bien y sano y no pasar hambre ni pasarlo mal.

No soy vegetariana ni vegana, pienso que el ser humano es omnívoro y que aunque al principio éramos recolectores, si el ser humano empezó a cazar y a comer carne además de otros productos, es porque necesitaba las proteínas para sentirse fuerte.

El único problema que encuentro, sinceramente, es el qué dirán. La gente flipa cuando ven que no tomo azúcar, o que no bebo alcohol, o que tomo muchas infusiones o tés, cuando ven mis botecitos de hierbas y esas cosas. La gente come muy mal, y se atiborran a salsas y comidas compradas ya elaboradas, llenas de grasas y aceites baratos y malísimos para la salud. Están ya muchos concienciados de que el consumo de mucha sal es malo, pero no se dan cuenta de que el de azúcar es igual de malo y de que la mayoría de ellos serán diabéticos de viejitos por la cantidad de dulces que comen. Y les cuesta comprender cuando alguien intenta llevar una dieta más sana.


No es difícil llevar una dieta sana, a todos nos gusta la comida basura, pero es mejor ni olerla. Simplemente intenta que tu dieta sea variada, que contenga todos los grupos alimentarios, es decir, frutas y verduras, proteínas, hidratos de carbono, etc. Pero sin excederse. Y evitando comer todas esas cosas que nos hacen tanto daño. En realidad eso es lo que hacían antiguamente, cuando no teníamos todos esos supermercados con cientos de miles de productos preparados. Y ellos estaban mucho más sanos. Si no mejoramos nuestra alimentación, las generaciones cada vez serán más débiles y enfermizas.

Supongo que habréis escuchado esa frase de Hipócrates que dice:

“Que tu alimento sea tu única medicina”.

Pues con eso me quedo, esa es la conclusión de esta entrada.

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